Nuestro aceite de semilla de tuna es un ingrediente de la cultura ancestral tunecina con múltiples beneficios: efecto antiarrugas, regenerante, fortificante, cicatrizante y brillo saludable.

El cactus de tuna es un cactus originario de América Latina, que crece alrededor de la cuenca mediterránea, particularmente en Túnez.

Son las semillas del higo las que constituyen la fuente de los beneficios de este aceite. Por tanto, es fundamental garantizar la integridad y conservación de sus propiedades durante todo el proceso hasta la extracción del preciado elixir.

La cosecha de semillas es estacional de agosto a diciembre. Luego viene el pelado, despalillado y secado de las semillas. Las semillas se prensan según sea necesario (después del secado) para evitar la oxidación del aceite y la alteración de sus propiedades.

A continuación se muestra una lista no exhaustiva de los beneficios de este elixir de cuidado para el cuerpo y el rostro:

• Estimula la renovación de las células de la piel y la regenera.

• Reduce de forma natural las estrías y cicatrices.

• Reduce ojeras y arrugas.

• Regula el nivel de sebo de las pieles grasas y actúa sobre el acné: el aceite de semilla de tuna es seborregulador.

• Hidrata, restaura la película hidrolipídica de la piel y atenúa las manchas de la edad.

• Fortalece y protege las uñas.

• Devuelve la vida a tu cabello, lo nutre en profundidad, lo vuelve más flexible y brillante.

Estudios clínicos para probar su eficacia

Se han realizado estudios clínicos sobre el Beneficios del aceite de semilla de tuna en el marco del proyecto PAMPAT II financiado por la Secretaría de Estado de Economía de Suiza (SECO) e implementado por la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) en estrecha colaboración con el Ministerio de Agricultura y CEPEX.

Las pruebas clínicas se han dirigido a unas sesenta mujeres de entre 45 y 65 años, con diferentes tipos de piel normal, seca, grasa o mixta y con ciertas imperfecciones, en concreto ojeras, arrugas y/o líneas de expresión, manchas o incluso flacidez cutánea. Las pruebas se llevaron a cabo durante un período de 28 días.

Disminución de la rugosidad de la piel en un 6% en el 75% de los voluntarios.

Disminución de la profundidad de las arrugas en un 7% en el 80% de los voluntarios

Aumento del brillo de la piel en un 4% en el 100% de los voluntarios

Disminución significativa del 33% en las puntuaciones de “ojeras” después de 28 días de aplicación: de grado 3 (ojeras moderadas) a grado 2 (ojeras leves).

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